Detrás de un gran hombre...

Dedicada a todos los investigadores que aplican incansablemente el método científico y ponen orden en las múltiples ideas que surgen cada día en su trabajo.

A pesar de no haber descubierto algo de gran relevancia o algún elemento químico nuevo, Antoine Laurent de Lavoisier (1743-1794) es considerado como el fundador de la química moderna. Aunque estudió leyes, no ejerció la abogacía: a los 21 años comenzó a estudiar geología, química y astronomía. Fue elegido miembro de la Academie des Sciences con 25 años por su proyecto sobre iluminación de las calles de una gran ciudad por las noches.


Lavoisier puso orden en las ideas de los alquimistas, estableció el concepto de "elemento", introdujo el uso del sistema métrico decimal y el de la balanza para los experimentos. Sostuvo que la masa se conservaba en las reacciones, fue capaz de descomponer el agua y ayudó a Priestley en el descubrimiento del oxígeno. Explicó el fenómeno de la combustión, la respiración y la fotosíntesis desde el punto de vista de las reacciones químicas.
Su esposa Marie-Anne Pierrette Paulze desarrolló junto a él un gran sentido científico y aprendió el inglés, por lo que pudo traducirle a su marido las obras de otros grandes científicos. Adquirió simultáneamente una gran habilidad artística que le permitió ilustrar las obras de su marido, entre las que destaca el "Traité élémentaire de chimie".


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