Un bicho-robot DIY
Esta entrada está dedicada a todos aquellos a los que les gusta aplicar la ciencia a la vida diaria. De esta manera, unen ciencia y tecnología.
Después de mucho pelear, conseguí abrir mi antiguo móvil que guardaba desde hacía varios años. Sobre mi cabeza se podía ver a kilómetros de distancia un hermoso interrogante que correspondía a dos cuestiones vitales:
1) ¿Quién me ha mandado meterme en estas cosas?
2) ¿Dónde, entre tanto objeto minúsculo que veo dentro de mi móvil, encuentro lo que me piden como material en esta experiencia?
Tras muchas dudas, termino por sacar todos los componentes y me arriesgo a probar uno de ellos. En cualquier caso, ninguno se parece ni de lejos al de la fotografía que consulto. Conecto a la pila, mis dedos me tiemblan, estoy de los nervios y...
¡SÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ!
Comienza a moverse como un bicho que ha perdido la cabeza. Me da un aire a un diplodocus enanito. Y le tomo cariño.
Seguro que tú también te animas a probar, sólo necesitas estos materiales:
- 1 cepillo de dientes.
- 1 pila de botón.
- 1 vibrador de un teléfono móvil en desuso. También aquí proponen otra alternativa.
- Cinta adhesiva por las dos caras o pegamento caliente.
Ten en cuenta que...
- Encontré en varias páginas información parecida. Me guié concretamente por ésta.
- Por falta de tiempo, no pude mejorar su estética. Pero os aseguro que a los que se lo regalé les encantó. Es que me quieren mucho.
- La experiencia la realicé hace ya más tiempo del que me hubiera gustado, así que el vídeo lo grabé como pude, con un móvil de hace años. Espero que sepáis perdonarme la mala calidad de la imagen y que comprendáis que lo cuelgo como muestra de lo que podría haber sido...
- La experiencia la realicé hace ya más tiempo del que me hubiera gustado, así que el vídeo lo grabé como pude, con un móvil de hace años. Espero que sepáis perdonarme la mala calidad de la imagen y que comprendáis que lo cuelgo como muestra de lo que podría haber sido...
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