Natural clock

Desde que comencé a estudiar ciencias hasta ahora, han pasado años. La forma de aprenderla y enseñarla ha cambiado: se ha tratado de hacer mucho más divulgativa y al alcance de todos. La idea principal es la de: "Tú puedes experimentar, porque no siempre necesitas de un laboratorio para hacer tus comprobaciones científicas". En los últimos años han surgido multitud de libros para hacer experimentos científicos en la cocina, por la calle o en el parque adaptado a todas las edades. En muchas ciudades se han abierto museos de la ciencia interactivos. Aparecen grupos de científicos, normalmente docentes, que tratan de acercar los distintos campos de la ciencia a los colegios.

Cada vez hay más fabricantes que ofrecen kits con los elementos necesarios para realizar entre una o 5000 experiencias en tu casa. La curiosidad innata que poseen los niños les hace disfrutar de las experiencias científicas más que nadie y al verlos, los mayores nos planteamos regalarles alguna de estas experiencias científicas enlatadas. Yo me enteré de la existencia de estos kits a través de unos homeschoolers que consideraron seriamente la necesidad de invertir en un buen material científico para sus hijos. Bien pensado.
En cualquier caso, no considero que todos los kits sean una buena inversión, bien sea porque los materiales los tenemos en casa en cantidades suficientes y las experiencias recogidas en libros o en blogs divulgativos o porque la caja en cuestión ofrece poca versatilidad de experiencias. Más vale considerar algo que ofrezca una cierta variedad de experiencias, con distintos niveles de dificultad en los conceptos, de manera que se puedan ir realizando las experiencias a lo largo de un tiempo más o menos prolongado.
Por ejemplo, te ofrecen material para realizar tu propio reloj que funciona sin pilas. Es interesante, porque puedes aprender sobre el fundamento de la corriente eléctrica. Sin embargo, podría encontrarse en ocasiones que la información ofrecida en el kit se encuentra sesgada. Me he encontrado en esta experiencia en concreto, que te pueden guiar detalladamente sobre cómo construir tu pila conectando dos patatas o frutas y, sin embargo, no se describe cómo son las pilas que utilizamos en la vida real. Si el equipo educativo implicado en la redacción del folleto del kit no conecta el mundo de lo cotidiano con el kit científico, nuestros alumnos tendrán que buscar la información en otro sitio, si es que se les ocurre. Además, los materiales incluidos están por todas partes en cualquier casa (de acuerdo, reconozco que a veces tratamos de poner un poco de orden). En mi opinión, valdría la pena intentar la experiencia en casa, sin necesidad de comprar un kit así, aunque sea barato. Mejor te compras una hucha y lo ahorras para un buen kit de ciencias.

Hazte tu reloj ecológico en casa.
La idea de fabricar una pila casera, ahora que vienen las vacaciones y hay más tiempo libre, puede ser muy divertida. Simplemente se necesitan tornillos o clips de zinc y monedas de cobre (céntimos), trozos de cables, cinta adhesiva y cualquier pieza de fruta o verdura. Aunque se suele conocer el patata-reloj y el limones-reloj, también te puede servir un tiesto con tierra o dos vasos de plástico que contengan zumo o refresco de cola: algo que esté húmedo y contenga sales, que servirá de electrolito para que exista corriente eléctrica. Busca dispositivos que necesiten electricidad para funcionar: la bombilla de una linterna, un reloj despertador, una tarjeta de felicitación de las que tienen música que suena al abrirla, unos auriculares... Conecta entre sí los cables con los tornillos de zinc alternándolos con las monedas de cobre y, finalmente, con el dispositivo elegido, siguiendo la idea de las fotos. ¿Qué tal si pruebas a conectar el dispositivo entre dos vasos de agua con vinagre como en la tercera foto?

 Esta experiencia está basada en la pila Volta, de la que hablaremos en otro momento. Nunca deja de asombrarme cómo los científicos en el pasado, sin haber previamente casi información, intuyeron cómo podría crearse corriente eléctrica y le supieron encontrar utilidad. Como para quitarse el sombrero, ¿no creéis?

Comentarios